lunes, 10 de octubre de 2011

Ensayo: Características generales de los sistemas e ideas particulares

En la actualidad es muy común escuchar hablar acerca de sistemas, como sistemas informáticos, sistemas políticos, sistemas educacionales, sistemas bancarios, etc. Estos representan una diversa gama acerca de la ideología que ha mantenido el hombre respecto a cómo mencionar el medio por el cual se logran ciertas metas y objetivos, en coordinación con elementos que interactúen y se relacionen de una manera en particular, donde todos pueden trabajar de manera armónica. Es decir, se busca la forma de mencionar y nombrar todos los elementos que en conjunto y como un todo, logran con la suma de esfuerzo dirigido un fin en común y el cual muchas veces se encuentra delimitado por ciertas características que lo definen de los demás, donde finalmente se podría decir que funciona como un sistema.
Muchas de estas características son en parte generales para todos los sistemas existentes, es decir algunas son aplicables solo a un cierto tipo de sistema, pero por lo común son adaptables en cierto grado. Lo primero con lo que debe contar un sistema es con elementos, estos elementos se refieren a la parte que conformaran un sistema y que por denominación se pueden nombrar como subsistemas, los cuales a su vez podrán relacionarse y son la fuente primaria en la fuerza de trabajo para el logro de los objetivos en el sistema. Estos pueden ser vivientes y no vivientes y se encuentran de manera habitual en el mundo que nos rodea, por otra parte los elementos que en determinado caso entran a un sistema son llamados “entradas”, y aquellos elementos que salen se llaman “salidas” o mejor conocidos como “resultado”. Son llamados de esta forma porque a final de cuentas es la parte por la cual un sistema está conformado y es el objetivo que se persigue, y se puede entender que al tener una entrada como en un proceso productivo, se tendrá en consecuencia una salida, aunque no siempre satisfactoria y eficiente.
Así mismo los sistemas tienen la característica de ser dinámicos, donde es posible un proceso de conversión, este proceso de conversión permitirá dar un valor agregado y utilidad a las entradas que lleguen al sistema, donde las salidas serán el resultado de este proceso. Aunque es aplicable este proceso de conversión en los sistemas, solo los sistemas organizados lograran tener eficacia y eficiencia en sus resultados (salidas), pues si en el proceso de conversión se tienen costos extras e impedimentos, se puede decir que el sistema carece de valor y margen de utilidad.

Aunque es un poco trillado hablar de entradas y recursos en el sistema, si es posible hacer una pequeña diferencia entre ambos. Esto es posible analizándolo en el proceso de conversión, donde una entrada es generalmente el elemento sobre el cual se aplican los recursos existentes en el sistema. Es necesario delimitar siempre si las entradas y los recursos son parte del sistema o del medio, esto con el fin de mantener el control sobre el cual está diseñado el sistema.
También se hace necesario conocer otra característica importante y presente en todos los sistemas, la cual es el medio. Este debe ser conocido y en cierta forma medido, ya que es el que rodea al sistema y permite las entradas y salidas del mismo. Ningún sistema se encuentra exento al medio, y aunque pudieran ser sistemas abiertos o cerrados, el medio siempre estará presente en ellos. Como es evidente la existencia de un sistema debe estar en una función y propósito común, esto en cada uno de los elementos que lo conforman y mantienen funcional. Aunque en los sistemas inanimados no está presente esta característica, se puede decir que hay una función y objetivo desprovistos de un carácter evidente.
En cada sistema existente es posible apreciar ciertos atributos que se aplican de manera general en todo el sistema y de manera particular en cada una de las partes que lo conforman, ya sean subsistemas o elementos. Estos atributos pueden ser “cuantitativos” o “cualitativos” y son un buen enfoque para poder medir a un determinado tipo de sistema, siempre y cuando sea necesario. Aunque casi siempre se hace necesario para comparar las variables existentes en el medio.
Aunque los sistemas se entienden como un ente, un todo funcional, existen fuerzas que lo regulan y dan una dirección coherente para la suma de los esfuerzos en cada elemento. Estas fuerzas de dirección son conocidas como administradores, agentes y autores de decisiones, quienes tienen la tarea de guiar al sistema hacia los logros de sus objetivos. Sin la participación activa y coordinación de estas fuerzas impulsoras, realmente sería muy difícil llamar a un sistema como tal, por ende esta característica en los sistemas humanos es una de las más primordiales y a tomar en consideración si se quiere tomar el camino hacia la construcción de algún sistema. La estructura presente en cada sistema será diferente en medida de los elementos que la componen, y aunque el tipo de estructura pudiera ser simple o compleja, esto solo dependerá del número y tipo de interrelaciones entre cada una de las partes del sistema (elementos).
Muchas ideas sugieren que el mejor lenguaje para expresar la idea general de los sistemas, es precisamente el lenguaje matemático, ya que es el más calificado por tener un contenido y expresión orientado únicamente hacia las características estructurales de una situación en concreto del sistema. El uso de las matemáticas cambiara el énfasis del contenido a la estructura de los eventos.
Otros autores como stafford Beer sugieren la necesidad de un tipo de metalenguaje, que permita mediante un lenguaje de orden elevado la capacidad de estudiar proposiciones de un bajo orden. Dicho de otra manera y a modo de ejemplo se puede suponer a este metalenguaje como las cortes que regulan a los casos judiciales, esto implica el ser más compresivo y llegar a trascender a niveles anteriores. Aquí es donde las matemáticas representan el lenguaje ideal del metalenguaje.
Otro enfoque interesante es el de J.G. Miller, quien en la teoría de sistemas vivientes se centra en siete niveles de sistemas vivientes: célula, órgano, organismo, grupo, organización, sociedad y sistema supranacional. Con el origen de esta teoría en 1965, se sugiera crear una jerarquización en los sistemas vivientes, donde cada uno de los elementos se encuentran en un nivel inferior y como toda buena jerarquización existe un nivel superior que sirve de órgano para regular a los niveles inferiores, así a fin de continuar viviendo, los sistemas a todos los niveles procesan materiales, energía e información.

Bibliografía:
  • Introducción a la administración con enfoque de sistemas, Joaquín Rodríguez Valencia. Pág. 157-165.
  • Teoría general de sistemas aplicada a la solución integral de problemas, Emilio Latorre Estrada. Pág. 35-48.
  • Teoría general de sistemas de Ludwig Von Bertalanffy. Pág. 134-142.

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